Los primeros dientes de su bebé brotarán, por lo general, a los seis meses de edad. Aunque no pueda predecir el momento exacto de la gran aparición de este primer diente, hay algunas señales (un poco desagradables) de que hay un diente en camino. La dentición es diferente para cada bebé, pero la mayoría experimentará algunos o todos de los siguientes síntomas de dentición:
Inflamación de las encías.
Casi todos los bebés experimentarán inflamación de las encías en uno u otro grado. Cuando un diente nuevo empieza a brotar, el área que lo rodea se inflama y duele.
Salivación.
¡Es impresionante cuánta baba puede salir de un bebé tan pequeño! Lo más probable es que la dentición haga que su pequeño produzca cantidades abundantes de saliva, incluso meses antes del primer diente.
Salpullido en la piel.
Un salpullido en el rostro o en la barbilla del bebé no es ningún motivo de preocupación: por lo general, la causa es la salivación excesiva (arriba). Trate de limpiarle la baba con un trapo conforme aparezca, pero si su bebé ya tiene la piel agrietada, solo humedezca el área hasta que sane.
Dolor.
Para algunos bebés, la dentición es una experiencia muy dolorosa, mientras que otros la atraviesan sin problemas. Sin embargo, la mayoría de los bebés experimentan algún grado de dolor, que expresan con llanto e irritabilidad.
Irritabilidad.
Así es: lo más probable es que el dolor ocasionado por la dentición haga que su bebé se sienta irritable y de mal humor. En algunos bebés esto pasa rápido; en otros, puede durar semanas con cada diente.
Morder.
Los bebés aprenden con bastante rapidez que la contrapresión alivia la molestia de la dentición. Cuando el bebé empieza la dentición, existe una alta probabilidad de que tomará cualquier cosa a su alcance, desde anillos para la dentición hasta sus propios dedos, para morderlos.
Fiebre baja.
En ocasiones, las encías inflamadas pueden ocasionar fiebre baja inferior a los 38,3 °C. Trátela como trataría cualquier otra fiebre ligera y llame a su pediatra si dura más de tres días o si supera los 38,3 °C.
Pérdida de apetito.
La succión que se genera al beber de un biberón o mama puede ser desagradable para los bebés en dentición, por lo que es posible que no quiera comer. Incluso los bebés que han empezado a ingerir alimentos sólidos podrían empezar a rechazar las comidas. Llame al pediatra si su hijo evita más de un par de comidas.
Problemas para dormir.
Si su pequeño siente incomodidad durante el día es muy probable que ocurra lo mismo durante la noche. Es sabido que los bebés se despiertan en la noche durante la dentición (incluso cuando ya llevan meses durmiendo toda la noche sin interrupciones).