El torus mandibular, o rodete mandibular, es un crecimiento óseo que aparece en el maxilar inferior, debajo y a los lados de la lengua. Afecta aproximadamente a 27 de cada 1,000 adultos, según los Institutos Nacionales de Salud de los E.U.A. (National Institutes of Health, NIH), aunque no es tan conocida como otras afecciones bucales. A continuación, presentamos cuatro cosas que debe saber acerca de esta anomalía infrecuente.
Causas del rodete mandibular
Se cree que la principal causa de esta afección es hereditaria, según los NIH. La influencia genética se puede observar claramente en los estudios con gemelos. En un estudio con gemelos idénticos, en el 93.6 % de los casos o ambos o ninguno de los dos tenían rodetes mandibulares, según los NIH. Entre mellizos, esta concordancia se observó en el 79.4 % de los pares.
Síntomas del rodete mandibular
La afección se presenta como un crecimiento óseo debajo y a los lados de la lengua. Es posible que aparezca uno solo o también varios crecimientos, que pueden presentarse en uno o ambos lados de la boca. Aunque por lo general la afección no tiene síntomas, a veces puede ocasionar problemas. Si usted usa dentadura, los rodetes mandibulares pueden provocar un mal ajuste de la dentadura inferior. Además, la dentadura puede molestar y moverse de su lugar. En algunos casos, pueden aparecer úlceras en los tejidos blandos que cubren el rodete.
Tratamiento de los rodetes mandibulares
Es importante que los rodetes mandibulares sean examinados por un dentista, incluso si no presentan síntomas. Si el dentista confirma que la protuberancia es un rodete mandibular, es posible que le recomiende no tratarlo. Dentistry Today explica que por lo general estos crecimientos benignos no deben alterarse. Sin embargo, si la protuberancia ocasiona dolor o impide el buen ajuste de la dentadura, puede extraerse quirúrgicamente. Un cirujano oral puede extraer la protuberancia con utensilios quirúrgicos tradicionales o métodos más nuevos, como los láseres.
Vivir con el rodete mandibular
Si el dentista le recomienda no tratarlo, el crecimiento óseo permanecerá al interior de la boca. Si es pequeño, podría pasar desapercibido, pero los crecimientos óseos más grandes pueden ser molestos. Evite tocar el rodete con la lengua. Los enjuagues bucales antisépticos también pueden ayudar a mantener el rodete limpio.
Es importante que, por su seguridad, cualquier protuberancia en la boca sea examinada por un dentista, aunque al final resulte ser una afección benigna como el rodete mandibular.