Mujer sonriente tomando agua

¿Cómo mantener sanas las glándulas salivales?

Probablemente no pienses mucho en la saliva de tu boca salvo que sufras de algún exceso o carencia. Pero la saliva producida por las glándulas salivales desempeña una función clave no solo en la salud bucal, sino también en la salud en general. Por eso es importante entender las complicaciones que pueden interferir en la producción de saliva y cómo mantener las glándulas sanas y productivas.

Ubicación y función

Existen seis glándulas principales (tres a cada lado de la boca) que continuamente producen saliva. Las glándulas parótidas secretan saliva en la boca por encima de los molares superiores, mientras que las glándulas submandibulares utilizan los conductos de la mandíbula junto a los molares inferiores y las glándulas sublinguales vacían la saliva debajo de la lengua.

Las enzimas de la saliva inician el proceso digestivo durante la masticación. Sin saliva para lubricar y ablandar los alimentos, es difícil masticar y tragar. La saliva también mantiene la boca húmeda para hablar fácilmente. Otra función clave de la saliva es eliminar las bacterias perjudiciales de los dientes y reducir el nivel de acidez bucal, lo que ayuda a prevenir las caries y la enfermedad de las encías. Además, el calcio, el fósforo y el flúor que se encuentran en la saliva ayudan a reparar el esmalte.

Cómo mantener saludables las glándulas salivales

Siguiendo estas pautas básicas, podés mantener tus glándulas salivales saludables y productivas, facilitando el flujo de saliva tan necesario para el organismo.

  • Pensá en dejar el hábito si fumás o usás otros productos de tabaco.
  • Limitá el consumo de alcohol y no uses las drogas recreativas.

  • Seguí de cerca cualquier condición de salud, como la diabetes.
  • Comunicale a tu médico si algún medicamento que te haya recetado te seca la boca.
  • Hablá con tu médico sobre las soluciones si roncás o respirás por la boca de noche.
  • Mantené una buena rutina de higiene para reducir las bacterias bucales.
  • Consultá a tu médico ante cualquier signo de infección bucal o inflamación de las glándulas salivales.

  • Mantenete hidratado tomando mucha agua durante el día.

¿En qué consiste la sequedad bucal?

Si tus glándulas no producen suficiente saliva para mantener la boca húmeda, es posible que tengas xerostomía, más conocida simplemente como boca seca. Todo el mundo experimenta cierta sequedad bucal de vez en cuando, sobre todo en períodos de muchos nervios o estrés. Pero muchas personas experimentan sequedad bucal de forma frecuente por los efectos secundarios de medicamentos o complicaciones más graves que interfieren en la producción de saliva. Los síntomas de sequedad bucal son: dificultad para masticar, alteraciones del gusto, sensación de ardor en la boca, llagas bucales y labios agrietados.

Hay más de 500 medicamentos (de venta libre y con prescripción médica) que pueden provocar sequedad bucal o agravarla. Los descongestionantes y antihistamínicos son los principales culpables, así como algunos antidepresivos, medicamentos para la presión arterial, sedantes, antiespasmódicos para los calambres y antipsicóticos para la ansiedad. Los medicamentos para la enfermedad de Parkinson y los que se usan para prevenir las náuseas y los vómitos durante la quimioterapia o la radioterapia también pueden provocar sequedad bucal.

Para disminuir los síntomas de la boca seca, tomá sorbos de agua durante el día y evitá fumar y consumir bebidas con cafeína o alcohol. Para estimular el flujo de saliva, podés comer chicle sin azúcar, caramelos duros sin azúcar o usar un sustituto de saliva bajo recomendación médica.

Otras condiciones que afectan la producción de saliva

El síndrome de Sjogren es una enfermedad autoinmune que afecta las glándulas salivales y puede causar sequedad o llagas bucales. La boca seca es un síntoma asociado con el VIH, la enfermedad de Parkinson y la diabetes. La quimioterapia puede crear una sensación de boca seca porque la saliva se vuelve más espesa, como explica la Sociedad Americana de Oncología Clínica (American Society of Clinical Oncology).

Según los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health), las glándulas salivales pueden infectarse por la deshidratación, alguna enfermedad crónica o el bloqueo de algún conducto por un cálculo salival. Fumar o descuidar la higiene bucal también puede provocar una infección bacteriana en una glándula. Aunque poco frecuentes, las paperas son una infección viral que afecta con mayor frecuencia a la glándula parótida. Además de la sequedad bucal, entre los síntomas de una infección de las glándulas se encuentran la fiebre, el enrojecimiento de las mejillas o el cuello, la hinchazón o el dolor en la parte superior del cuello o en un lado de la cara y la dificultad para abrir boca.

Consultá a tu médico si te preocupa que puedas tener una infección en las glándulas salivales u otra afección que afecte la capacidad de tu organismo de producir saliva. Recordá que una boca húmeda es una boca sana, y las glándulas salivales desempeñan una función clave.

 

La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud Calificado y Dile siempre cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.