El manejo y el tratamiento de la glositis atrófica pasa por eliminar la causa de la irritación, la enfermedad, el traumatismo o la reacción alérgica. Al igual que con cualquier anomalía bucal, se recomienda una consulta inmediata con un profesional dental para evaluar la situación y las opciones de tratamiento. En algunos casos, pueden ser necesarias nuevas pruebas, valoraciones y revisiones de supervisión a largo plazo para descartar lesiones malignas. Los especialistas del cuidado bucal deben asegurarse de controlar cualquier anomalía de la lengua, ya que algunas lesiones orales pueden ser manifestaciones tempranas de afecciones sistémicas.
Tu odontólogo es quien podrá aconsejarte mejor y guiarte a la hora de abordar las complicaciones orales, ¡así que no dudes en pedirle un turno!