Ortodoncistas expertos de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional del Nordeste (FOUNNE) recomiendan como una práctica común que los niños sean examinados a una edad temprana para saber si muestran signos de futuros problemas dentales. Algunos de estos problemas pueden convertirlos en candidatos para un tratamiento de ortodoncia, que en muchos casos es conveniente abordarlos cuanto antes.
Tu hijo incluso puede mostrar algún signo de padecer alguno de los problemas más insólitos. Te presentamos cuatro de los que probablemente nunca hayas oído hablar. Te explicamos en qué consisten y cómo pueden ser tratados por los profesionales dentales.
Anodoncia (hipodoncia)
La anodoncia es una condición genética extremadamente rara por la cual el paciente presenta carencia de todas las piezas dentales. Estas simplemente nunca llegan a desarrollarse y, aunque puede afectar a los dientes de leche, lo habitual es que suceda solo con los dientes permanentes.
Según la Revista de Odontología de la Universidad de Buenos Aires, un niño que padece anodoncia posiblemente desarrollará problemas en la función masticatoria y dificultades de inserción en el contexto psicosocial. En cambio, se dan con más frecuencia casos de hipodoncia, la carencia de entre uno y seis dientes; u oligodoncia, la carencia de más de seis dientes, pero no todos.
Poco se puede hacer en casos como este más allá de recurrir a implantes o dentaduras postizas, pero es importante adoptar lo antes posible ciertas medidas para asegurar en la infancia la salud oral, la capacidad de comer, hablar y respirar normalmente, la estructura mandibular y facial y, en última instancia, la autoestima. Los niños con esta afección a menudo también sufren el síndrome displásico ectodérmico, un término que agrupa más de 150 trastornos genéticos con síntomas diversos.
Cúspide en garra
Frecuentemente asociado con una forma de garra de águila, según un artículo publicado en la Revista de la Universidad Nacional de La Plata, esto hace referencia a un crecimiento en forma de garra que se desarrolla detrás de uno de los dientes del niño. Suele ocurrir en la parte frontal de la boca, en la parte posterior de los incisivos o los caninos, y puede causar problemas dentarios tales como:
- maloclusión o mala mordida
- apiñamiento que dificulta la erupción dentaria
- irritación de encías, mejillas y lengua
- acumulación de placa en el surco entre la cúspide y el diente huésped
La cúspide en sí puede o no contener pulpa dental, por lo que los odontólogos deben tratarla con cuidado. El tratamiento más usual consiste en amolarlo pero, si la cúspide contiene pulpa, el dentista puede recomendar tratar también el conducto radicular.
Dientes geminados
Como explica un artículo de la Revista de Odontología de la UBA, la geminación dental es similar a una fusión dental, y ocurre cuando dos dientes se desarrollan a partir de una sola yema dental, causando la formación de un diente extragrande o un diente desfigurado con dos cámaras de pulpa dental pero una sola raíz. Esto puede acarrear problemas como, por ejemplo, mala mordida, caries localizada en la unión de ambas cámaras o aglomeración que dificulta la erupción de otros dientes.
Si el diente no es demasiado ancho, la mayoría de los profesionales dentales recomendarán dejarlo para ver si se desprende por sí mismo. Sin embargo, si causa un problema en los dientes próximos, es probable que tu odontólogo te proponga una extracción como mejor recurso.
Los dientes geminados no pueden limpiarse con hilo dental, de modo que, mientras el diente esté presente, tu hijo deberá usar un enjuague bucal antibacteriano para mantener la higiene bucal.
Dientes supernumerarios (hiperdoncia)
Si la hipodoncia significa que existe una carencia de dientes, la hiperdoncia se refiere a la presencia de demasiados dientes. Se puede encontrar evidencia de dientes supernumerarios en cualquier parte de la boca de tu hijo, pero la mayoría de los casos involucran solo un diente adicional, de acuerdo con la Facultad de Odontología de la UBA. A menudo, los dientes supernumerarios en realidad no erupcionan, sino que se desarrollan en la encía, lo que puede retrasar la aparición de otros dientes y producir apiñamiento y erupción torcida. Tu odontólogo casi siempre te recomendará extraer esos dientes, pero la ortodoncia también puede ser una opción compatible.
Si tu hijo muestra signos de padecer alguno de estos problemas en su dentadura, es mejor abordarlo con un examen profesional lo antes posible.