Si evitás comer alimentos fríos o beber bebidas calientes porque tenés sensibilidad dental, puede ser hora de llegar a la raíz de esta dolorosa afección. Entonces, ¿qué causa la sensibilidad dental? Podría deberse a varios problemas dentales subyacentes, pero comenzá por pedir un turno a tu dentista para recibir un diagnóstico y un plan de tratamiento.
Qué causa la sensibilidad dental y cómo tratarla
¿Qué es la sensibilidad dental?
La sensibilidad dental se relaciona con el desgaste de las capas protectoras de los dientes. Según el Manual MSD, las coronas, o la parte de los dientes por encima del borde de las encías, están cubiertas con una capa de esmalte protector. Las raíces debajo del borde de las encías están protegidas con un material llamado cemento. Debajo del esmalte y el cemento se encuentra la dentina, que es menos densa que las cubiertas protectoras. La dentina contiene canales microscópicos llamados túbulos dentinarios. Cuando el esmalte o el cemento se desgastan o se dañan, exponen la dentina. Cuando las encías se retraen y la dentina queda expuesta, los túbulos permiten que el líquido entren en contacto con ellos y se vean afectados por el calor y el frío, lo que hace que los nervios del diente presenten sensibilidad y dolor.
¿Qué causa la sensibilidad dental?
Hay varios factores que pueden causar la sensibilidad dental. Las siguientes son algunas de las causas más comunes:
- Esmalte dental desgastado por el uso de un cepillo de dientes duro y por cepillarse con mucha fuerza.
- Erosión dental debido a alimentos y bebidas de gran contenido ácido.
- Caries dentales, empastes desgastados y filtrados, y dientes quebrados que exponen la dentina del diente.
- Recesión de las encías que deja expuesta la superficie de la raíz.
- Rechinar los dientes por la noche.
- La sensibilidad dental posterior a un tratamiento es común pero temporal, especialmente con las coronas, los empastes y el blanqueamiento.
Dientes sensibles y edad
La sensibilidad dental puede presentarse a cualquier edad. Según varios informes publicados, las personas entre 20 y 50 años tienen más probabilidades de reportar sensibilidad dental, principalmente con relación a la hipersensibilidad dentinaria en pacientes de 30 a 40 años. Aunque se desconoce la razón exacta, puede relacionarse con el hecho de que la estructura física del diente cambia con la edad. Sin embargo, las personas mayores tienen más probabilidades de tener retracción de las encías, una de las causas de la sensibilidad dental. A veces, el principal problema es el desgaste del esmalte dental, que se produce con el tiempo.
¿Cómo se trata la sensibilidad dental?
Tratamiento en el consultorio
Como la sensibilidad dental extrema puede deberse a un problema más complejo, es importante consultar a un dentista y tratar el asunto directamente. La solución puede incluir una corona, una incrustación "inlay" o una adhesión, según la gravedad del problema. Si tenés una enfermedad de las encías que evolucionó a una etapa crónica o avanzada, también deberás tratarla. Tu dentista puede ayudarte a realizar un plan de tratamiento.
Si perdiste tejido de las encías desde la raíz, tu dentista puede recomendarte un injerto de encía mediante cirugía para cubrir las raíces y protegerlas nuevamente. Si presentás una sensibilidad intensa y persistente, tu dentista te realizará una radiografía para determinar si una endodoncia podría ser la solución adecuada, la cual, según la Sociedad Argentina de Endodoncia (SAE), elimina el nervio por completo.
Tratamiento en el hogar
Si la sensibilidad dental es menos grave, podés tratarla con algunos métodos caseros simples. Podés aliviar la sensibilidad con una pasta dental desensibilizante que ayude a proteger la superficie del diente. Tu dentista también puede recomendarte un tratamiento con flúor en gel para fortalecer el esmalte dental actual y disminuir las sensaciones que se transmiten al nervio.
El mejor tratamiento de la sensibilidad dental es, no obstante, la prevención. Una vez desgastado el esmalte dental, no se puede recuperar. La sensibilidad dental puede prevenirse mediante el correcto cepillado de dientes y uso de hilo dental. Esto hará que los dientes y las encías estén saludables independientemente de cuán sensibles sean tus dientes. Asegurate de no cepillarte los dientes demasiado fuerte, ya que podés desgastar el esmalte dental con el tiempo. Probá usar un cepillo de dientes con cerdas suaves y una pasta dental desensibilizante para proteger el esmalte.
En tu próximo turno, hablá con el dentista si tenés sensibilidad dental. Puede ofrecerte un diagnóstico correcto y recomendar las opciones de tratamiento para que vuelvas a sonreír.
La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud Calificado y Dile siempre cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.