9 causas del mal aliento en niños

Existen muchos factores que pueden explicar el mal aliento en los niños. A continuación, presentamos las causas más frecuentes:

• Mala higiene bucal. Si tu hijo no se cepilla los dientes ni usa hilo dental con frecuencia, es probable que presente mal aliento. La placa bacteriana se acumula y puede irritar las encías, generando además caries y otros problemas dentales.
  

• Bacterias en la lengua. Una lengua recubierta de bacterias es otra de las razones por qué da mal aliento en niños.
  

• Sequedad bucal. La saliva ayuda a limpiar la boca. Cuando no hay suficiente producción de saliva, aumenta la posibilidad de mal aliento.
  

• Infecciones bucales. Enfermedades en encías o garganta pueden ser responsables del mal aliento persistente.
  

• Un objeto externo. A veces los bebés o niños pequeños se introducen objetos en la nariz. Estos cuerpos extraños pueden explicar el mal aliento de forma repentina.
  

• Algunos alimentos. Si tu hijo consume alimentos de olor fuerte como ajo, cebolla o algunas especias, estos pueden dejar su rastro en el aliento.
  

• Medicamentos. Algunos fármacos liberan compuestos químicos en el cuerpo que pueden causar mal aliento.
  

• Una enfermedad o padecimiento. Alergias, infecciones sinusales o problemas digestivos también pueden ser la respuesta a por qué da mal aliento en niños.

La mejor forma de prevenir el mal aliento en los pequeños es implementar una rutina de higiene adecuada:

• Cepillarse los dientes al menos dos veces al día con una crema dental con flúor.
  

• Usar hilo dental con la ayuda de un adulto para eliminar residuos entre los dientes.
  

• Cepillar también la lengua para remover bacterias acumuladas.
  

Además, acudir al odontólogo regularmente permite detectar y tratar a tiempo las causas más serias del mal aliento.

Si tu hijo presenta mal aliento de forma frecuente y te preguntas por qué da mal aliento aunque siga una buena higiene, lo mejor es consultar con un odontólogo o pediatra. Puede tratarse de un problema subyacente que necesita diagnóstico profesional, como una infección de garganta, sinusitis o reflujo.