Periodontal quiere decir “alrededor del diente” y se refiere al periodonto: las encías, los ligamentos y el hueso que rodea los dientes y los mantienen en su lugar. Así pues, la enfermedad periodontal se refiere a la infección e inflamación de estos tejidos. La enfermedad periodontal es una enfermedad progresiva y la gravedad depende de la etapa de la enfermedad en la que se encuentre actualmente.
La primera etapa de la enfermedad de las encías se denomina gingivitis. En la etapa más temprana, conocida como gingivitis, solo se ven afectadas las encías. En este punto, la enfermedad periodontal puede tratarse fácilmente e incluso revertirse, a menudo sin necesidad de tratamiento profesional.
Sin embargo, una gingivitis no tratada puede convertirse en una enfermedad periodontal avanzada, conocida como periodontitis. Si no se trata, esta infección puede extenderse a los ligamentos, el hueso y otros tejidos por debajo del borde de las encías. Provoca la ruptura irreversible de las estructuras de soporte y puede causar la pérdida de los dientes. Además, como comentaremos más adelante en este artículo, la enfermedad periodontal avanzada también está asociada a una serie de problemas de salud más amplios.
La enfermedad periodontal está causada por una acumulación de placa bacteriana (biopelícula). Cada día, una sustancia pegajosa llamada placa se acumula en los dientes y alrededor del borde de las encías. Esta sustancia contiene bacterias que irritan e inflaman las encías, lo que provoca las encías doloridas y sangrantes que se asocian con la gingivitis.
Si no se elimina la placa, la inflamación puede hacer que las encías empiecen a separarse (retraerse) de las superficies radiculares de los dientes. Esto causa bolsas periodontales debajo del borde de las encías donde pueden acumularse la placa, el sarro (placa endurecida) y las bacterias. Es en este punto cuando aparece la periodontitis, que provoca la inflamación de los ligamentos y el hueso.
La principal causa de la acumulación de placa y la enfermedad periodontal es una higiene bucal deficiente. Si no se cepilla correctamente o con la frecuencia suficiente, la placa puede acumularse en los dientes y endurecerse hasta convertirse en sarro (cálculo). Las bacterias se alimentan de los azúcares de su dieta, por lo que los alimentos y bebidas azucarados también pueden contribuir a la acumulación de placa.
Existen otros factores de riesgo que pueden contribuir a la enfermedad periodontal, como por ejemplo:
En lo que respecta a la genética, ¿la enfermedad periodontal puede transmitirse de padres a hijos? Según la Asociación Dental Estadounidense (American Dental Association, ADA), la genética es un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad de las encías. Así que si alguno de sus padres o hermanos padece enfermedad de las encías, usted también tiene más probabilidades de desarrollarla.
Sin embargo, ¡eso no significa automáticamente que sea así! La genética es solo uno de los muchos factores de riesgo que pueden contribuir a la enfermedad periodontal, pero factores como la higiene bucal, la dieta y el tabaquismo son mucho más influyentes. Centrándose en estos factores de riesgo, puede reducir notablemente el riesgo de padecer enfermedades de las encías, independientemente de su herencia genética.
Sí, las bacterias responsables de la enfermedad periodontal pueden transmitirse de una persona a otra a través de la saliva. Esto puede ocurrir, por ejemplo, al besarse, compartir vasos o utensilios, o utilizar el cepillo de dientes de otra persona.
Puede reducir el riesgo de transmisión asegurándose de no compartir cepillos de dientes, utensilios, etc. Sin embargo, el hecho de que adquiera la bacteria no significa necesariamente que vaya a desarrollar la enfermedad periodontal.
En una boca saludable, las bacterias nocivas que causan la enfermedad de las encías suelen mantenerse bajo control gracias a las bacterias buenas, a su sistema inmunológico y a una buena higiene bucal. Solo cuando uno de esos sistemas falla (p. ej., no se cepilla los dientes con regularidad, fuma o se enferma), las bacterias oportunistas de la enfermedad de las encías tienen la oportunidad de proliferar. Practicar una buena higiene bucal y cambiar determinados aspectos de su estilo de vida puede ayudar a minimizar este riesgo.
Por desgracia, el impacto de la enfermedad periodontal va más allá de su boca. Los investigadores encuentran cada vez más vínculos entre la enfermedad de las encías y problemas generales de salud, como por ejemplo: =
Así que ya conoce la importancia de tratar rápidamente la enfermedad periodontal, pero ¿a qué signos y síntomas debe prestar atención? El síntoma más evidente de la gingivitis son las encías doloridas e inflamadas que pueden sangrar al cepillarse o utilizar el hilo dental.
Los signos de que podría estar desarrollando una enfermedad avanzada de las encías incluyen:
Si reconoce alguno de estos síntomas, programe una cita con su dentista para que le haga una evaluación. Él o ella examinará sus encías con una sonda periodontal para ver si hay una infección. También le puede hacer radiografías para compararlas con tomas anteriores y ver si hay cambios en sus dientes o huesos. En caso necesario, su dentista le remitirá a una persona especializada conocida como periodoncista.
Debe saber que en las primeras etapas puede no haber síntomas de gingivitis. Por eso es importante mantenerse al día con esas revisiones dentales periódicas. Su dentista o higienista dental puede detectar y tratar la gingivitis a tiempo, incluso si aún usted no la ha notado.
Dado que los efectos de la enfermedad periodontal grave no pueden revertirse por completo, es importante establecer una rutina de cuidados preventivos para evitar que la enfermedad se desarrolle o empeore.
Los siguientes hábitos pueden ayudar a mantener las encías saludables:
También se recomienda que acuda al consultorio del dentista cada seis meses para una limpieza profesional donde se eliminen la placa y el sarro de los lugares de más difícil acceso.
Si se le diagnostica una enfermedad periodontal, los tratamientos pueden variar en función de la gravedad de su caso. Algunos de ellos incluyen:
En casos muy avanzados de periodontitis, el daño al hueso y a la estructura de soporte puede ser tan grave que ya no pueda mantener el diente en su lugar. Si las opciones quirúrgicas no pueden solucionarlo, su dentista o periodoncista le recomendará extraer el diente. Si se encuentra en esta etapa, esto puede ser algo difícil de escuchar. Sin embargo, su dentista puede ofrecerle opciones reconstructivas para restaurar su sonrisa, así que no se desanime y busque tratamiento.
La buena noticia es que, en muchos casos, la periodontitis puede tratarse sin necesidad de extraer los dientes. Cuanto antes se diagnostique, más opciones de tratamiento tendrá a su disposición y mayores posibilidades tendrá de salvar sus dientes. Por eso siempre recomendamos revisiones dentales periódicas y le aconsejamos que reserve una cita incluso antes si tiene síntomas de enfermedad periodontal.
No ignore esas encías adoloridas o que sangran. Entre más pronto le diagnostiquen la enfermedad de las encías y reciba un tratamiento, más pronto volverá a tener una boca sana.
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La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud Calificado y Dile siempre cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.