Las infecciones dentales pueden ocurrir en cualquier lugar dentro y fuera de la cavidad oral, y en la boca puede aparecer una forma de infección más grave pero igualmente tratable denominada fístula dental.
¿Qué es una fístula?
Cuando se produce una infección dental, las bacterias son rodeadas por glóbulos blancos que intentan delimitarlas, lo que suele generar una hinchazón en el lugar de la infección y la zona circundante. Puede ocurrir que la presión ejercida por la hinchazón encuentre una zona de debilidad en el tejido blando o duro y cree una vía desde la zona infectada hasta el tejido gingival.
¿Cómo efectúa el diagnóstico un odontólogo?
Cuando un paciente percibe un bulto parecido a un grano en el tejido blando o duro de la boca, con o sin dolor, posiblemente llamará al odontólogo para que lo revise. Este tomará radiografías de la zona afectada y observará la infección en las imágenes. También podría localizar la fístula dental recurriendo a un examen intraoral y extraoral. La infección puede adoptar la forma de una protuberancia llena de un material blanquecino (el pus), y puede contener una mezcla de productos sanguíneos al presionar la zona.
¿Qué tratamiento de la fístula aplica el odontólogo?
Se recomienda consultar a un especialista para poder diagnosticar la presencia de un absceso dental asociado a la fístula dental y realizar el tratamiento adecuado, como una endodoncia en la pieza infectada. En algunos casos, el odontólogo tal vez tenga que retirar el material de la zona inflamada para sanarla.
Puede ser necesaria la administración de un antibiótico, generalmente por un máximo de dos semanas, además de usar un enjuague antibacteriano como el enjuague bucal Colgate Total 12 a diario. Este ofrece 12 horas de protección contra los gérmenes incluso después de beber y comer, y mata el 99 % de los gérmenes al contacto.
Probablemente se programará una consulta de seguimiento en el plazo de una o dos semanas para comprobar la mejora del proceso curativo, y se planificará un tratamiento dental adicional, en caso de ser necesario.
En resumen, una fístula dental suele surgir por una afección dental prolongada, y el tratamiento es un proceso relativamente sencillo. Una atención temprana asegurará un resultado satisfactorio, tras el cual el paciente podrá continuar manteniendo su salud bucal.