¿Cuál es la diferencia entre los puentes fijos y los removibles?
Los puentes removibles tienen una corona de cada lado que va sujeta a un diente existente (el cual se lima para asegurar un ajuste correcto). Si le ponen uno de estos reemplazos dentales no permanentes, usted tendrá que quitárselo todos los días para limpiarlo. Las personas que se decantan por un puente removible en lugar de uno fijo suelen hacerlo porque los primeros son menos costosos y no requieren de una cirugía.
Los puentes fijos se ven, se sienten y funcionan de forma parecida a los dientes naturales, ya que van sujetos a unos implantes dentales, que son elementos de metal sujetos quirúrgicamente a la mandíbula por debajo de las encías. La Academia Estadounidense de Odontología de Implantes (American Academy of Implant Dentistry) menciona que hay 3 millones de estadounidenses con implantes dentales, un número al que se suman 500,000 casos cada año. Los implantes de metal se anclan al hueso a través de un proceso de oseointegración, mediante el cual el hueso se funde con el metal. De esta manera, se brinda un soporte estable y confiable al comer y al hablar. Según la Clínica de Cleveland (Cleveland Clinic), el proceso de recuperación después de la colocación de un implante puede tomar de 6 a 12 semanas. Una vez concluido, su profesional de la salud dental colocará un poste de metal en sus implantes, sobre el cual se montará la corona.
Sea cual sea la opción de reemplazo dental que sea mejor para usted, el procedimiento puede ser vital para mantener su salud bucal en buenas condiciones, ya que los huecos entre los dientes pueden hacer que sus dientes restantes comiencen a rotar o a moverse a los espacios vacíos, lo que puede desalinear la mordida. Además, la falta de dientes también pueden contribuir a la enfermedad de las encías y a trastornos de la articulación temporomandibular (ATM).