Hace cuatro mil años, los antiguos babilonios prometían a sus dioses que pagarían sus deudas a cambio de que los favorecieran durante el año entrante. Los historiadores creen que esto fue el comienzo de las Resoluciones de año nuevo y los humanos han estado haciendo votos de autosuperación desde entonces.
Ya sea que desees alimentarte mejor, empezar a meditar, hacer ejercicio o incluso mejorar tus hábitos de higiene dental, todos tenemos las mejores intenciones cuando se trata de tener mejor salud. La verdad es que con las intenciones no alcanza. Debemos actuar para hacer realidad nuestras intenciones o corremos el riesgo de hacernos promesas vacías, que luego nos desalientan de cumplir nuestros objetivos. Los expertos en comportamiento lo llaman "brecha entre la intención y la acción".
Esto es así tanto para los adultos como para los niños. La buena noticia es que hay muchas maneras de hacer que resulte fácil eliminar esta brecha y transformar nuestras intenciones en metas realistas y alcanzables.
Entonces, si deseas inspiración para crear un hábito de cepillado nocturno para la familia, o cualquier otra rutina de salud, sigue leyendo y encontrarás distintas maneras para empezar a actuar y lograr resultados que den ganas de sonreír.
5 maneras sencillas de transformar las metas en hábitos
Sé realista. El primer truco para fijar metas es ser honesto contigo mismo sobre lo que deseas lograr y sobre lo que estás dispuesto hacer para que eso suceda. Sé lo más específico que puedas. ¿Quieres que toda la familia se cepille después de cenar? Piensa en qué implica en cuestión de tiempo, energía y herramientas. La investigación sugiere que debes practicar la misma acción durante unos 21 días antes de que se transforme en parte de tu rutina y más tiempo aún para que se convierta en un hábito automático.
Apuntes: Complete la siguiente frase para fijar metas realistas:
Para <insertar objetivo aquí> Me comprometo a <insertar acción> cada <insert time> durante <insertar tiempo>.
Por ejemplo: para comenzar una rutina de cepillado nocturno, me comprometo a cepillarme los dientes con mis hijos e hijas, todas las noches a las 7 p. m. durante 21 días.
Comunícalo. Contarle tu meta a los demás es una manera genial de crear responsabilidad, porque es más difícil que te eches atrás o abandones.
Apuntes: Cuéntale tu objetivo a tus familiares y amigos, publícalo en las redes sociales y pégalo en la nevera o en el espejo del baño como un recordatorio visible. Toma el compromiso del cepillado nocturno del Reloj de la Sonrisa aquí y compártelo con tu círculo.
Hazlo fácil. La vida ya es dura. Hazla más simple eliminando los obstáculos que te impiden lograr un hábito bueno. Por ejemplo, si tú o tus hijos están demasiado cansados o distraídos para cepillarse los dientes antes de ir a dormir, hazlo antes de mirar la tele.
Apuntes: Pon la alarma para cepillarse a la misma hora todos los días. La alarma del Reloj de la Sonrisa marca el tono para una rutina divertida.
Busca compañía. Embarcarse en un nuevo viaje siempre es más fácil con alguien más. Tu pareja, una amiga o los padres de la escuela, comprométete con la nueva rutina junto con alguien más. Puedes intercambiar, consejos, historias de terror y apoyo.
Apuntes: Tu compañero no tiene que vivir en el mismo barrio, ni siquiera en el mismo país. Lavarse los dientes con los primos o la abuela por videollamada puede ser una manera divertida e interactiva de hacer que todos participen.
Dale vida a las cosas. Encontrar una motivación permanente para cumplir con la rutina es difícil tanto para los niños como para los adultos, especialmente cuando se trata de resultados que no siempre podemos ver o medir. En lugar de ir al dentista a que te revise la boca cuando hay un problema, establece una relación cercana y personal con tus dientes y encías y permite que tus hijos se familiaricen con sus bocas y cómo lucen antes y después de cepillarse.
Apuntes: Invierte en tus propios espejos dentales y haz que tus hijos se entusiasmen con el cuidado oral. Recuerda mantener limpios los espejos y trata de no compartirlos.
Recuerda que todo hábito nuevo empieza practicando una rutina. Saltarse una sesión no significa que has fracasado. Simplemente significa que eres humano. Sé amable contigo y con tu familia y comienza por fijar meta que se adapte a tu estilo de vida. ¿Necesitas más consejos para comenzar una rutina de cepillado nocturno que perdure? Estamos aquí para ti.