Mujer de sonrisa brillante usando enjuague bucal
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El mejor enjuague bucal para el mal aliento | Cuidado bucal Colgate®

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Si te preocupa que tu aliento huela mal, no estás solo: más de la mitad de los adultos está aquejado de mal aliento crónico. Tal vez te plantees añadir un enjuague bucal a la rutina de higiene bucal para mejorar tu aliento, pero no todos los enjuagues bucales son iguales. Te contamos qué hay que tener en cuenta a la hora de seleccionar el mejor enjuague bucal para el mal aliento.

Causas del mal aliento

El mal aliento puede tener su origen en factores de corta duración, como comer algo que contenga cebolla, ajo u otro ingrediente picante. A nadie le gusta el olor a ajo, pero desaparece rápidamente y no supone un riesgo para la salud.

El mal aliento puede estar relacionado con factores más serios, como no cepillarse los dientes o no usar el hilo dental con la profundidad o la frecuencia suficiente. Los hábitos de cepillado y uso de hilo dental permiten eliminar las partículas de comida de los dientes. Si no se retiran, estas sirven de alimento a las bacterias, que las descomponen y producen olores fétidos a medida que se alimentan, generando mal aliento, explica Bioden Consultorios Odontológicos.

La placa, una película bacteriana, también se acumula en los dientes a lo largo del día y tiene que eliminarse periódicamente con el cepillado y el uso de hilo dental. Estas bacterias producen un desagradable olor que puede reflejarse en tu aliento.

Cómo ayuda el enjuague bucal

Hay dos tipos diferentes de enjuagues bucales: cosméticos y terapéuticos, señalan los profesionales. Los enjuagues bucales cosméticos actúan enmascarando el mal aliento de manera temporal. Estos enjuagues bucales pueden tener sabor a menta y ser una solución rápida antes de una cita o entrevista de trabajo.

Los enjuagues bucales terapéuticos actúan eliminando las bacterias causantes del mal olor y ayudando a reducir la placa. Se ha demostrado que este tipo de enjuagues bucales son eficaces para eliminar las bacterias y controlar el mal aliento.

El mejor enjuague bucal para el mal aliento

Para un resultado óptimo, elegí un enjuague bucal que actúe en beneficio de tu salud bucal además de refrescar el aliento. Los enjuagues bucales que contienen agentes antimicrobianos no solo matan las bacterias que originan el mal aliento, sino que también ayudan a combatir la periodontitis y reducir la placa. El flúor es otro ingrediente de los enjuagues bucales de gran eficacia. El flúor ayuda a fortalecer el esmalte y proteger los dientes de las caries. Si te disgusta la sensación de ardor que acompaña a muchos tipos de enjuagues bucales, selecciona un enjuague bucal sin alcohol. La mayoría de los enjuagues bucales sin alcohol contienen ingredientes que combaten el mal aliento, como el cloruro de cetilpiridinio.

Una vez seleccionado el enjuague bucal, recordá usarlo de forma regular. Después de cepillarte los dientes por la mañana y la noche, usá el enjuague bucal (antes o después de pasarte el hilo dental). Es importante recordar que el enjuague bucal es un complemento de una rutina de higiene bucal adecuada, pero no sustituye al cepillado y el hilo dental.

Cuando el enjuague bucal no es suficiente

Si incorporar un enjuague bucal a la rutina diaria de cuidado bucal no acaba con el mal aliento, es hora de visitar al odontólogo. El mal aliento puede deberse a diversas dolencias bucales, como periodontitis o caries, y, hasta que no se aborden estas afecciones, el enjuague bucal solo enmascarará el problema. La boca seca (la falta de saliva que puede estar causada por tabaquismo, medicamentos u otros factores) es otra de las posibles causas del mal aliento que el odontólogo puede ayudarte a tratar.

El odontólogo te ayudará a elegir el enjuague bucal idóneo para tus necesidades y, si el enjuague bucal no es suficiente para resolver el problema de mal aliento, te ayudará a resolver el problema de salud bucal subyacente.

La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud calificado y consúltales cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.