Si te lavas los dientes antes de irte a dormir como parte de tu rutina nocturna, probablemente debas agradecérselo a tus padres. Es uno de esos hábitos saludables que se forman con el tiempo y se transforman en un ritual automático antes de acostarse.
Es como si ese cepillado nocturno le pusiera un cierre fresco al final del día e irse a dormir sin hacerlo se siente como dejar algo sin terminar.
Pero, ¿cómo llegaste hasta allí, por qué es tan importante y cómo puedes crear la misma rutina de cepillado nocturno para tus hijos o hijas? Sigue leyendo para ver todas las respuestas.
¿Por qué es importante la rutina de cepillado nocturno?
No solo te deja la boca fresca y limpia sino que además, es una parte importante de la lucha contra las bacterias que causan acumulación de placa, caries y enfermedad periodontal. Ésta es la razón:
Tenemos más de 7000 tipos de bacterias en la boca.
Durante el día producimos saliva, que es un antibacteriano natural que enjuaga la boca, manteniéndola limpia.
Cuando dormimos, la producción de saliva disminuye, lo que permite que se forme la placa y se endurezca.
Cepillarse los dientes por la noche elimina los restos de alimentos que ayudan a que proliferen las bacterias.
Es más crucial para los niños y niñas, cuyos dientes no son tan fuertes como los nuestros.
¿Cuáles son los beneficios de establecer una rutina?
Una buena rutina facilita la vida. Para los adultos, es una decisión menos que tomar. Para los niños y niñas, la predictibilidad de una rutina diaria tiene innumerables beneficios, que incluye forjar un vínculo con su padre y su madre. A continuación presentamos más motivos para crear una rutina para tu familia:
La calma proviene de saber qué esperar, lo que implica menos peleas y berrinches antes de irse a dormir.
La familiaridad de los rituales diarios pueden ser especialmente reconfortantes en tiempos de cambio. Asegurarse de que niños y niñas se cepillen los dientes independientemente de lo que suceda puede aliviar la ansiedad y proporcionar estabilidad.
La rutina genera confianza en niños y niñas a medida que aprenden a hacer las cosas por sí mismos.
Mantener una rutina mundana como cepillarse los dientes puede convertirse en un hábito que realizas con muy poco o ningún esfuerzo consciente. Antes de que te des cuenta, no cepillarte los dientes antes de irte a dormir te hace sentir mal.
Lograr que los peques tengan una buena rutina de cepillado es la mejor defensa contra los problemas bucales del futuro.
En efecto, una buena rutina a la hora de dormir trae más beneficios que mejoran el cuidado oral de tu hijo o hija. Los estudios demuestran que mejora su bienestar y desarrollo general.
6 maneras de comenzar una rutina de cepillado nocturno para toda la familia
Comienza ahora. Nunca es demasiado tarde ni demasiado temprano para comenzar una buena rutina de cuidado oral para tu familia. De acuerdo con la Academia Estadounidense de Odontología Pediátrica, debes limpiar las encías de tu bebé diariamente y comenzar a usar un cepillo blando en cuanto aparece el primer diente.
La regularidad es clave para asegurar que se incorporen las rutinas. Intenta que sea todas las noches a la misma hora para que se cree un hábito.
Comienza de a poco y ve aumentando. Si bien el tiempo recomendado es de dos minutos para que los dientes reciban un buen cepillado, puede ser una eternidad para un niño (también para un adulto cansado). Comienza con 45 segundos y aumenta el tiempo a medida que pasen los días.
Hazlo fácil. Elimina los obstáculos como tener que buscar una pasta dental perdida o pelear por ver qué cepillo de dientes es más bonito.
Apóyate en un hábito existente. Suma el cepillado nocturno a continuación de otra rutina que ya esté incorporada. ¿A los niños les encanta la hora del baño? Pon cepillos de dientes en la bañera y anímalos a que se cepillen en ese mismo momento y lugar.
Háganlo juntos. Los niños y las niñas aprenden de sus padres y madres. Cepillarte los dientes con tu hijo o hija le muestra que es normal y le enseña a hacerlo correctamente.
Aquí hay más consejos y trucos para hacer que la rutina de cepillado nocturno sea divertida para toda la familia. Ten paciencia contigo y con los niños y niñas y antes de que te des cuenta, te pedirán que les pases el hilo dental.