Todos hemos tenido mal aliento alguna vez: ¡a primera hora de la mañana o después de nuestro plato favorito con ajo, por ejemplo! Sin embargo, esto no quita que a veces nos haga sentir avergonzados o cohibidos. En la mayoría de los casos podemos evitarlo simplemente llevando una buena higiene bucal. No obstante, el mal aliento puede ser provocado por otros motivos, por ejemplo, por problemas de sequedad bucal, en cuyo caso tiene poco que ver con una mala higiene dental. La buena noticia es que, independientemente de la causa, podemos tomar medidas para identificar y tratar la sequedad bucal y el mal aliento para evitar que vuelva a ocurrir.
¿Cuáles son las causas de la sequedad bucal?
La sequedad bucal, conocida también como xerostomía se presenta cuando no existe la cantidad suficiente de saliva para mantener la boca húmeda. Además de la sequedad, puede sentir que su saliva es espesa y fibrosa, y que las cosas le saben diferentes a lo habitual. También puede sentir la garganta seca y ronca, y tener problemas para masticar y tragar. Existen varios motivos por los que puede tener la boca seca de manera permanente, tales como:
La edad.
Fumar.
Roncar.
Respirar por la boca.
Deshidratación. La saliva es principalmente agua, por lo que si está deshidratado, produce menor cantidad. Además de no beber suficiente agua, la deshidratación puede ser el resultado de enfermedades, vómitos, exceso de ejercicio y consumo de alcohol.
Medicamentos. La sequedad bucal es un efecto secundario frecuente de cientos de medicamentos. Según la Mayo Clinic, entre estos medicamentos se encuentran antihistamínicos, descongestivos, relajantes musculares y analgésicos, así como medicamentos prescritos para la depresión, la hipertensión y la ansiedad.
Problemas respiratorios. Las enfermedades leves que provocan congestión nasal, como la gripe, pueden obligarlo a respirar por la boca, lo que provoca sequedad bucal temporal.
Afecciones médicas. Determinadas enfermedades, como el síndrome de Sjögren, provocan sequedad bucal al afectar directamente a las glándulas salivales. En algunos casos, la sequedad bucal puede ser el resultado indirecto de una afección médica como la diabetes, el derrame cerebral o el VIH.
Tratamiento para el cáncer. La sequedad bucal puede estar causada por los fármacos de la quimioterapia, o por daños en las glándulas salivales tras la radioterapia en la zona de la cabeza y el cuello.