Si últimamente ha notado que su aliento no huele demasiado fresco, quizá se pregunte qué puede hacer para tratar la halitosis. Afortunadamente, la mayoría de los casos de halitosis son fáciles de tratar, empezando por mejorar su higiene bucal en casa. Pero para encontrar el tratamiento de halitosis más eficaz para usted, lo más importante es identificar primero la causa de fondo. Siga leyendo para averiguar cuál es la causa de su halitosis y cómo deshacerse de ella de una vez por todas.
Opciones de tratamiento de la halitosis
¿Qué es la halitosis?
Halitosis es el término médico para el mal aliento. Suele ser el resultado de ciertos hábitos de vida o de higiene, o un síntoma de otra afección, dental o médica. En la mayoría de los casos, la halitosis no es nada preocupante desde el punto de vista de la salud, pero sabemos que aún así puede hacer que las personas se sientan cohibidas y avergonzadas. Así que vamos a describir algunas posibles causas y tratamientos de la halitosis que pueden ayudarlo.
¿Cuál es la causa de la halitosis?
La causa más común de la halitosis es una mala higiene bucal. Las bacterias de la boca descomponen los alimentos que ingerimos, lo que puede crear subproductos de olor desagradable como los compuestos volátiles de azufre (CVA). Cuando no nos cepillamos y limpiamos con hilo dental estos restos de comida y bacterias de forma habitual, el olor puede intensificarse.
Los subproductos de la descomposición de los alimentos también llegan al torrente sanguíneo, donde pueden ser eliminados y exhalados por los pulmones. Por eso los alimentos de olor particularmente fuerte, como la cebolla y el ajo, parecen permanecer en el aliento mucho tiempo después de haberlos comido.
Entre otras causas de la halitosis se encuentran:
- La gingivitis.
- La caries dental.
- Fumar y consumir tabaco.
- El café..
- El alcohol.
- La sequedad bucal.
- La deshidratación.
- El reflujo ácido.
- Los problemas respiratorios..
- Las infecciones de senos paranasales, nariz o garganta.
- Las afecciones estomacales crónicas.
- La diabetes.
¿Cómo se trata la halitosis?
El mejor tratamiento de la halitosis depende de la causa subyacente. Dado que la mala higiene bucal es la causa más frecuente, ¡ese es el mejor lugar para empezar! Consulte la siguiente sección para obtener consejos sobre cómo intensificar su rutina de higiene bucal.
Si hace tiempo que no acude a una revisión dental de rutina y a una limpieza profesional, el siguiente paso es reservar una cita. Su dentista o higienista limpiará la placa bacteriana y el sarro que puedan estar causando su mal aliento, y podrá comprobar si existen otras afecciones como caries o gingivitis. El tratamiento de estas afecciones puede suponer una gran diferencia para su aliento, por no hablar de su salud bucal en general.
Su dentista o higienista le aconsejará sin duda que reduzca al mínimo los alimentos azucarados para tratar la halitosis. Esto se debe a que las bacterias causantes del mal olor prosperan con el azúcar. En su lugar, intente comer frutas y verduras crujientes ya que frotan la placa y las bacterias, y estimulan el flujo de saliva para eliminarlas.
Si su salud bucal y su higiene están en plena forma, es hora de determinar si hay alguna causa médica. Si toma medicamentos o podría padecer alguna enfermedad que contribuya al mal aliento, coméntelo con su médico y pídale que le recomiende el mejor tratamiento para la halitosis.
Por último, dejar de fumar o de consumir tabaco es una forma muy eficaz de mejorar su aliento. Las sustancias químicas de los productos del tabaco no solo tienen un mal olor propio, sino que irritan el tejido de las encías y crean las condiciones ideales para que se desarrollen las bacterias nocivas. Si está intentando dejar de fumar y le está costando, como a la gran mayoría de las personas, pida asesoramiento a su médico o dentista.
Consejos de higiene oral para tratar la halitosis
¡El aliento fresco comienza en casa! Independientemente de la causa de su halitosis, una sólida rutina de higiene bucal puede contribuir en gran medida a mejorar su aliento, su confianza y su salud bucal en general. A continuación, encontrará nuestros consejos de expertos para un aliento fresco:
- Empiece por lo básico: cepillarse los dientes dos veces al día con una pasta dental con flúor, durante dos minutos cada vez.
- Utilice un cepillo de cerdas suaves y elija un diseño que llegue a todas las zonas de la boca. Por ejemplo, si tiene los dientes apiñados o torcidos, puede necesitar un cepillo con un cabezal pequeño y un patrón de cerdas de distintas longitudes para limpiar las zonas de difícil acceso.
- Preste especial atención al lugar donde se unen las encías y los dientes. Las bacterias de esta zona pueden causar inflamación y provocar gingivitis.
- Limpie con hilo dental entre los dientes todos los días para eliminar las bacterias y la placa de estos espacios de difícil acceso. Si no es un fanático del hilo dental, elija otro limpiador interdental que funcione para usted, como hilo dental de agua o porta hilo dental.
- Cepíllese la lengua y/o utilice también un raspador lingual. Muchas bacterias causantes del mal olor viven en la superficie de la lengua, sobre todo en la parte posterior.
- Enjuáguese una vez al día con un enjuague bucal antibacteriano. Esto no solo ayudará a enmascarar los olores y refrescar su aliento, sino que también reducirá los niveles de bacterias causantes del mal olor y eliminará cualquier resto de comida.
La halitosis puede ser desagradable, pero por suerte, hoy en día existen muchos tratamientos eficaces contra la halitosis que puede probar en casa. Si el problema persiste, pida ayuda a su dentista, higienista o médico. Al trabajar con usted sobre las causas subyacentes, ¡puede ayudarlo a recuperar su aliento fresco en muy poco tiempo!
La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud Calificado y Dile siempre cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.