¿Qué es la enfermedad de las encías?
La enfermedad periodontal o enfermedad de las encías es una infección bucal de las encías, el hueso y otros tejidos que sostienen los dientes en su lugar. La principal causa de la enfermedad de las encías es la acumulación de placa debido a una mala higiene bucal.
La placa está llena de bacterias que, si se acumulan, pueden causar irritación e inflamación. En la fase inicial, cuando solo las encías están infectadas, la enfermedad de las encías se denomina gingivitis. Cuando la enfermedad de las encías evoluciona a una fase avanzada conocida como periodontitis, los huesos y los tejidos conectivos situados debajo de las encías también se infectan y comienzan a degradarse. Esto puede hacer que los dientes se aflojen e incluso que se caigan.
¿Cuál es la relación entre el sangrado de encías y el mal aliento
Algunas bacterias que se encuentran en la boca pueden descomponer las proteínas y liberar sustancias químicas malolientes llamadas compuestos volátiles sulfurados (CVS), que pueden dar a su aliento un olor desagradable. Según la revista Journal of Natural Science, Biology and Medicine (JNSBM), el tejido inflamado de las encías en personas con esta enfermedad puede servir de fuente para las bacterias que producen los CVS, lo que contribuye a lo que se conoce como “aliento periodontal”.
La enfermedad de las encías también hace que el tejido gingival se separare de la superficie radicular de los dientes, creando un espacio o bolsa entre la encía y los dientes. Los restos de comida y las bacterias pueden quedar atrapados en estas bolsas, que son muy difíciles de mantener limpias con los hábitos diarios de higiene bucal en casa. La combinación de bacterias que producen mal olor y partículas de alimentos en descomposición puede hacer que el aliento huela muy desagradable.
Cómo reconocer los signos de la enfermedad de las encías
Además del mal aliento, el primer signo de gingivitis suele ser el dolor, la inflamación y el enrojecimiento de las encías que pueden sangrar al cepillarse los dientes o usar el hilo dental. En esta fase, la enfermedad de las encías puede tratarse fácilmente e incluso el daño al tejido gingival se puede evitar o revertir. Así que si nota que le sangran las encías y tiene mal aliento, vaya al dentista lo antes posible.
A medida que la enfermedad de las encías avanza hasta la fase de periodontitis, puede notar que:
- Las encías sangran con mucha facilidad.
- El mal aliento es más intenso.
- Las encías están retraídas y parecen contraerse.
- Puede ver las raíces de los dientes en la línea de las encías.
- Los dientes se sienten flojos o parecen desplazarse.
- La dentadura postiza o los retenedores ya no le quedan bien.
- Duele al masticar los alimentos.
La periodontitis puede causar una pérdida irreversible de tejido gingival y hueso, e incluso puede provocar la caída de sus dientes. Si nota alguno de estos síntomas, póngase en contacto con su dentista de inmediato para comenzar un tratamiento y recuperar la salud de las encías.
Cómo tratar el sangrado de encías y el mal aliento
Su dentista o higienista puede aconsejarle que trate el sangrado de encías y el mal aliento en casa mejorando su rutina de higiene bucal, su alimentación y sus hábitos de vida. Es probable que sus recomendaciones incluyan los siguientes consejos:
- Cepillarse los dientes con una pasta dental antimicrobiana que contenga flúor dos veces al día.
- Utilizar un cepillo de dientes suave y presionar con delicadeza para no irritar las encías sensibles.
- Utilizar hilo dental u otro instrumento de limpieza interdental (por ejemplo, un irrigador interdental o palillos interdentales) una vez al día para limpiar la placa de entre los dientes.
- Usar un enjuague bucal antiséptico sin alcohol al menos una vez al día para eliminar las bacterias que causan el mal olor.
- Reducir el consumo de alimentos y bebidas de olor muy fuerte.
- Beber mucha agua.
- Comer frutas y verduras crujientes para limpiar los dientes y estimular la saliva que combate el mal olor.
- Deje de fumar o consumir tabaco.
Tenga en cuenta que si recién comienza a usar hilo dental, es de esperar que sus encías sangren un poco durante la primera o segunda semana. Sin embargo, esto es normal y debería cesar con el uso constante del hilo dental, ¡así que siga haciéndolo! Solo asegúrese de utilizar una técnica suave para no lastimar las encías; evite restregar el hilo dental o cortar el borde de las encías con el hilo dental.
Si estos consejos no lo ayudan con el sangrado de las encías y el mal aliento, o si padece una enfermedad avanzada de las encías, es posible que necesite un poco más de ayuda de su dentista o higienista. En función de la gravedad de su enfermedad de las encías, pueden recomendarle:
- Una limpieza y pulido profesional para eliminar la placa y el sarro de los dientes por debajo de la línea de las encías.
- Un tratamiento más intensivo de raspado y alisado radicular para limpiar también por debajo de la línea de las encías.
- Una cirugía de reducción de bolsas, en la que se retiran pequeños colgajos de tejido gingival para dar un mejor acceso para la limpieza.
Por último, pero no por ello menos importante, cumpla con sus revisiones dentales semestrales. Su dentista o higienista pueden ayudarlo a mantener a raya el sangrado de encías y el mal aliento con limpiezas profesionales, y también pueden detectar y tratar a tiempo cualquier problema de encías antes de que cause problemas a largo plazo. Junto con su excelente rutina de higiene bucal en su hogar, podrá mantener su sonrisa sana y su aliento fresco.