La enfermedad avanzada de las encías, también conocida como periodontitis, puede causar muchas complicaciones en la boca, incluido el daño a las estructuras que soportan los dientes. Una de estas estructuras vulnerables es la furcación. Si nunca ha oído hablar de este término, ¡no se preocupe! Estamos aquí para explicarle exactamente qué es la furcación, cómo puede afectarle la periodontitis y qué puede hacer para evitar problemas.
¿Qué es un defecto de furcación?
¿Qué es la furcación?
Por debajo del borde de las encías, las raíces de los dientes están ancladas en el hueso de la mandíbula y sujetas por fibras de tejido conjuntivo. Los dientes frontales y caninos solo tienen una raíz, pero los dientes posteriores, molares y premolares, tienen múltiples raíces. La furcación es el punto en el que estas raíces múltiples se ramifican desde el “tronco” del diente y se abren paso por separado en el hueso maxilar. Eso significa que solo los premolares y los molares tienen furcaciones.
Un defecto de furcación significa que se ha producido cierta pérdida ósea bajo el punto de furcación. A veces se denomina afectación de la furcación.
¿Qué causa los defectos de furcación?
Un defecto de furcación está causado por una periodontitis grave, una forma muy avanzada de enfermedad de las encías.
La enfermedad de las encías es una infección del periodonto, es decir, las encías, los tejidos conjuntivos y el hueso que sostienen los dientes. Está causada por la acumulación de placa y sarro (placa endurecida), que contienen bacterias nocivas.
En las primeras etapas, la enfermedad de las encías solo afecta al tejido gingival, momento en el que se conoce como gingivitis. Sin embargo, cuando la placa y el sarro se extienden por debajo del borde de las encías, el tejido conectivo y el hueso se ven afectados. En este punto, la enfermedad de las encías ha avanzado a la periodontitis.
A medida que avanza la periodontitis, el hueso y los tejidos conectivos se rompen. A medida que se pierde el hueso que hay debajo de la furcación, empieza a formarse un espacio entre esta y el hueso. Este es el punto en el que se ha desarrollado un defecto de furcación, o afectación de la furcación.
Síntomas de la periodontitis
En la etapa inicial de la enfermedad de las encías (gingivitis), el síntoma principal son encías enrojecidas, inflamadas y sensibles que pueden sangrar al cepillarse los dientes. A medida que la enfermedad avanza hacia la periodontitis, las encías empiezan a separarse de los dientes y forman bolsas bajo el borde de las encías. En este punto, es posible que note síntomas como:
- Encías retraídas que parecen separarse de los dientes.
- Superficies radiculares visibles en el borde de las encías, que hacen que los dientes parezcan más largos. Las raíces pueden parecer más oscuras que el cuerpo principal del diente.
- Pus que sale del borde de las encías.
- Mal aliento o mal sabor en la boca.
- Dientes flojos, desalineados o que se mueven.
- Cambio en cómo encajan los dientes superiores e inferiores (mordida).
- Dolor al masticar.
En casos muy graves, puede ser visible el espacio bajo la furcación. Dado que solo los dientes con raíces múltiples pueden experimentar un defecto de furcación, este solo será visible en los dientes molares y premolares de la parte posterior de la boca.
Diagnóstico de la pérdida ósea entre las raíces
Los dentistas pueden utilizar una sonda para detectar defectos de furcación, según se explica en DentistryIQ. Con un instrumento llamado sonda periodontal, pueden explorar suavemente la zona situada bajo las encías y los dientes e identificar la pérdida ósea. Las radiografías son otra herramienta de diagnóstico útil para detectar la pérdida ósea en la zona de la furcación. En una imagen radiográfica, este defecto puede aparecer como una zona translúcida entre las raíces.
En los casos más avanzados, el defecto puede ser visible sin sonda. Esto puede ocurrir si el tejido gingival circundante está retraído (más bajo en la superficie de la raíz) en el diente, dejando al descubierto la raíz dañada.
Cómo tratar la afectación de las furcaciones
Los defectos de furcación, y la periodontitis que los provoca, deben tratarse de inmediato. Sin tratamiento, podría ser necesario extraer los dientes afectados.
Un estudio publicado en Dentistry Journal explica que el raspado dental y el alisado radicular pueden utilizarse para tratar un defecto. El raspado dental y el alisado radicular es un procedimiento de limpieza profunda que consiste en eliminar la placa y el sarro de la superficie de los dientes y las raíces, y luego alisar las zonas ásperas de la superficie de las raíces.
Para tratar la pérdida ósea, los dentistas pueden realizar un procedimiento quirúrgico conocido como injerto óseo. En este procedimiento se utiliza hueso natural o sintético para sustituir las zonas de hueso perdido. Pueden utilizarse proteínas que estimulen los tejidos para ayudar a que la zona sane eficazmente.
En los casos en los que el tejido de la encía se ha retraído lo suficiente como para exponer las raíces de los dientes, los injertos de encía pueden formar parte del plan de tratamiento. El injerto de encía consiste en tomar tejido gingival de otra parte de la boca, como el paladar o un material sintético, y adherirlo a las zonas retraídas.
Es posible que los dientes afectados por defectos de furcación no puedan salvarse. Cuando un diente se pierde, se puede sustituir de muchas maneras. Los puentes dentales pueden utilizarse para sustituir los dientes que faltan y, a menudo, se anclan a los dientes adyacentes. Los implantes dentales son otra opción y pueden implantarse quirúrgicamente en la mandíbula sin afectar a los dientes que los rodean. Para las personas a las que les faltan más de unos pocos dientes, las prótesis dentales también pueden ser otra opción.
Cómo prevenir los defectos de furcación
Los defectos de furcación son una complicación de la enfermedad avanzada de las encías. Una buena rutina de higiene bucal puede ayudar a mantener las encías sanas y la inflamación a raya. Para prevenir las enfermedades de las encías, cepíllese dos veces al día con una pasta de dientes con flúor y asegúrese de utilizar técnicas de cepillado adecuadas. También es importante utilizar el hilo dental una vez al día, ya que este le permite limpiar zonas que el cepillo no puede alcanzar, como debajo del borde de las encías y entre los dientes.
También son importantes las revisiones dentales cada seis meses. En las limpiezas periódicas, su dentista podrá identificar la enfermedad de las encías y tratarla en una etapa temprana, antes de que avance y dañe los dientes y la estructura ósea.
Los defectos de furcación son una complicación grave de la enfermedad avanzada de las encías. Si le preocupa la salud de sus encías o dientes, consulte a su dentista.
La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud Calificado y Dile siempre cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.