Como padre, usted sabe que los niños son propensos a todo tipo de enfermedades e infecciones. Algunos aparecen y desaparecen sin mucho alboroto, pero otros, como la herpangina, pueden resultar bastante incómodos para su pequeño. Siga leyendo para aprender más sobre esta afección y cómo aliviar las molestias de su hijo mientras se recupera de la herpangina.
Herpangina y los niños: Síntomas y búsqueda de alivio
Revisión médica realizada por Colgate Global Scientific Communications Colgate Global Scientific Communications
¿Qué es la herpangina?
La herpangina es una infección viral que aparece rápidamente y es muy contagiosa. Es muy similar a una afección llamada enfermedad de manos, pies y boca (EMPB), y suele ser la causa de ciertas cepas del virus Coxsackie, enterovirus o echovirus. Suele transmitirse a través de gotitas de aire, fluidos corporales o contacto con materia fecal (caca).
Aunque las personas de cualquier edad pueden contraer herpangina, es más frecuente en los niños. Suele propagarse entre grupos de niños en guarderías y escuelas, donde los niños están en contacto estrecho unos con otros. El verano y el otoño son los períodos de mayor probabilidad de contagio de la herpangina.
La herpangina se caracteriza por la aparición de pequeñas úlceras en forma de llagas en la boca y la garganta. Normalmente verá las úlceras en el paladar, hacia la parte posterior de la garganta, en la lengua e incluso en las amígdalas. Comienzan como pequeñas protuberancias grises o blanquecinas con un borde rojo, que crecen hasta convertirse en llagas llenas de líquido y, luego, se transforman en úlceras poco profundas en el transcurso de varios días.
Las úlceras en la boca y la garganta pueden ser muy incómodas y dolorosas para los niños, además de dificultarles comer, tragar o hablar. Además de las úlceras bucales, la herpangina también puede provocar dolor de cabeza, fiebre, pérdida del apetito y dolor de cuello. La fiebre tiende a aparecer muy rápidamente y puede alcanzar los 41 °C (106 °F).
Tratamiento de la herpangina y alivio de las molestias
Si sospecha que su hijo tiene herpangina, llame al pediatra para confirmar el diagnóstico. Un examen físico suele bastar para hacer un diagnóstico, por lo que su hijo no necesitará someterse a ninguna prueba adicional.
Dado que la herpangina se considera una enfermedad viral leve, no existe tratamiento; el pediatra normalmente recomendará dejar que la afección siga su curso. Sin embargo, los recién nacidos y los niños con sistemas inmunológicos comprometidos pueden necesitar cuidados de apoyo adicionales.
Normalmente, se tarda alrededor de una semana en recuperarse de la herpangina. Mientras tanto, puede centrarse en tratar algunos de los síntomas para que su hijo se sienta más cómodo. Algunas sugerencias para aliviar los síntomas son las siguientes:
Reducir el dolor y la fiebre con medicamentos recomendados por el pediatra.
Mantener la ingesta de líquidos para evitar la deshidratación.
Darle a su hijo líquidos o alimentos fríos, como paletas heladas sin azúcar, para ayudar con el alivio del dolor de boca y garganta.
Alimentarlo con una dieta no irritante y blanda.
Darle a su hijo agua fría para hacer gárgaras.
Intentar mantener una buena higiene bucal de su hijo mientras tiene herpangina puede ser difícil, pero anímelo o ayúdelo a que se cepille los dientes y siga otras rutinas de higiene bucal. Pídale que haga buches con enjuague bucal o un colutorio terapéutico para ayudar a aliviar la inflamación y favorecer la cicatrización (asegúrese de consultar primero con el dentista para cerciorarse de que cualquier enjuague es seguro y adecuado para la edad de su hijo).
Al igual que muchos otros virus, la herpangina es contagiosa y se puede transmitir con facilidad a compañeras, compañeros, hermanas y hermanos. Por ello, es importante que tome las precauciones necesarias, como lo son una buena higiene en las manos y desinfectar las superficies que su hijo o hija haya tocado. Lo más importante, sin embargo, es aislar al niño enfermo y evitar que salga de casa y vaya a la escuela o a la guardería hasta que se haya recuperado por completo de la herpangina. Su hijo debe estar aislado de los recién nacidos, las personas inmunodeprimidas y las mujeres embarazadas en particular, ya que la herpangina puede ser peligrosa para estas personas vulnerables.
Preguntas frecuentes sobre la herpangina
¿Cuáles son los síntomas de la herpangina en los niños pequeños?
El síntoma principal de la herpangina en los niños pequeños es úlceras en forma de llagas en la boca, especialmente en el paladar y en la parte posterior de la garganta. Otros síntomas incluyen fiebre, dolor de garganta, pérdida del apetito y dolor de cuello.
¿Cómo se transmite la herpangina?
La herpangina se transmite por contacto estrecho a través de gotitas, fluidos corporales o contacto con materia fecal (caca).
¿Cómo se diagnostica la herpangina en los niños pequeños?
El pediatra diagnosticará la herpangina en su hijo pequeño con un simple examen físico.
¿Cuál es el tratamiento de la herpangina en niños pequeños?
No existe tratamiento para la herpangina; seguirá su curso y se resolverá en unos siete días. Mientras tanto, puede ayudar a aliviar los síntomas de su hijo con medicamentos recomendados por el pediatra, alimentos y líquidos fríos y colutorios terapéuticos (si están aprobados por el dentista).
La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud Calificado y Dile siempre cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.