¿Busca una nueva forma de controlar el sarro y la placa? Coma un poco de yogur o quizá un poco de chucrut. Tal vez le suene como un disparate, pero no lo es. El yogur, el chucrut o col agria y otros alimentos que tal vez ya formen parte de su dieta contienen probióticos: bacterias buenas que brindan muchos beneficios, incluida una mejor salud bucal.
¿Qué son los probióticos?
Los probióticos se componen de bacterias y levaduras. A menudo se piensa que todas las bacterias son dañinas, pero esto no es verdad. Los probióticos consisten en bacterias y levaduras vivas que son beneficiosas para el cuerpo. Estas “bacterias buenas” combaten las “bacterias malas”. Aunque los probióticos son famosos por ayudar con problemas digestivos, sus beneficios para la salud van mucho más allá del estómago e incluyen la piel, los pulmones, las vías urinarias y la boca. Los probióticos se encuentran tanto en alimentos como en complementos.
¿De qué manera los probióticos afectan la salud bucal?
En la actualidad, se está investigando si los probióticos también pueden mejorar la salud bucal. Muchas personas los consideran una forma natural y efectiva para combatir la enfermedad de las encías, la placa, el mal aliento e incluso el cáncer. Por ejemplo, en un estudio se mostró que los probióticos podrían reducir la cantidad de microorganismos que producen infecciones, también llamados patógenos (bacterias que pueden causar enfermedades). Agregar más alimentos con alto contenido de probióticos a su dieta podría detener, ralentizar o retrasar el proceso de infección que causa las enfermedades bucales.
¿Qué alimentos tienen probióticos?
Refuerce las bacterias saludables en su cuerpo con alimentos que contengan microorganismos beneficiosos. Estos alimentos probióticos vienen de fuentes lácteas, como el yogur, el kéfir, el queso cottage con cultivos y la leche agria, y de fuentes no lácteas, como los vegetales fermentados (por ejemplo, el chucrut o col agria) y un té fermentado llamado kombucha. Mejor aún: puede añadir prebióticos a su dieta, que son fibras vegetales que actúan como un fertilizante para los probióticos. Los alimentos prebióticos incluyen las alcachofas de Jerusalén crudas, la raíz cruda de achicoria, la cebada no refinada y el trigo no refinado.
Tal vez ya esté comiendo probióticos sin que lo sepa. Para descubrirlo, revise que la etiqueta de los alimentos diga que contiene “cultivos vivos y activos”. Anímese a poner en práctica esta forma natural de cuidar de sus dientes comiendo alimentos con alto contenido de probióticos.