Si usted descubre que tiene un problema oral como las encías retraídas, ¡es normal que sienta conmoción! Después de todo, se cepilla los dientes con regularidad y no ha notado ningún dolor grave en su día a día. Aun así, se trata de un padecimiento común que se puede presentar por varios factores, muchos de los cuales están fuera de su control. Debido a que las encías no pueden volver a crecer por sí mismas, el único remedio es hacer una cirugía de injerto gingival. El miedo al dolor por el injerto, sin embargo, puede hacer que usted quiera evitar el tratamiento a toda costa. Es comprensible: probablemente confíe en los cuidados regulares que les ha dado a sus dientes y encías. Sin embargo, si su dentista le recomienda un injerto gingival, es importante que entienda que eso no tiene por qué ser el resultado de un problema con los cuidados ni con la salud de su boca. Lo más importante es que se familiarice con la cirugía y que haga planes con su dentista para mitigar el dolor durante y después del procedimiento. ¡Eso le dará más seguridad y confianza!
Dolor por injerto gingival: Qué esperar y cómo aliviarlo
Factores de riesgo para las encías retraídas
Una higiene bucal inadecuada, los cambios hormonales, la diabetes y otras enfermedades pueden aumentar su riesgo de padecer la enfermedad de las encías, causándole retracción gingival. Aunque muchas personas que padecen de encías retraídas las presentan por tener la enfermedad periodontal, el problema también se puede presentar por antecedentes familiares y genética. ¿Sabía usted, por ejemplo, que algunas personas tienen un tejido gingival más débil que otras por naturaleza? La División de Salud Oral de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CCPEEU) menciona otro factor de riesgo: quienes fuman incluso menos de media cajetilla de cigarros al día tienen más del triple de probabilidades de desarrollar una enfermedad periodontal que quienes no fuman. De hecho, la mayoría de los productos de tabaco pueden aumentar el riesgo de esta manera. ¡Eso convierte a la retracción gingival en un motivo más para abandonar el hábito!
Otros factores que propician las encías retraídas incluyen una técnica inapropiada o agresiva de cepillado dental, aplicar demasiada fuerza sobre los dientes por rechinarlos o por apretar la boca, o bien por la presión inusual que se presenta al tener los dientes mal alineados. Además, tome en cuenta que las perforaciones en la lengua y en el labio pueden rozar e irritar las encías, haciendo que el tejido se desgaste.
Importancia de los injertos gingivales
Los injertos gingivales sirven para detener el proceso de recesión gingival y de pérdida ósea. Además, pueden reducir la sensibilidad dental, proteger las raíces dentales de las caries e incluso hacer que el borde de sus encías luzca más uniforme. Cuando el tejido de las encías se retrae, muchas personas descubren una diferencia de color pronunciada entre sus raíces y el esmalte dental. Además, la superficie de las raíces es más blanda que el esmalte, por lo que tienen un mayor riesgo de presentar caries si no están protegidas por las encías. Si el injerto gingival no se hace, la recesión puede empeorar, abriendo incluso paso a la posibilidad de perder un diente. ¡Veamos, pues, qué puede esperar de su cirugía de injerto gingival y cuáles son algunos consejos para que el proceso sea lo menos doloroso posible!
Tipos de injerto gingival
Por lo general, la persona que le hará el injerto gingival será un periodoncista. Estos son dentistas que tratan problemas de las encías y el hueso que les da soporte.
Según el caso, su dentista podrá realizar uno de los siguientes tres injertos:
- Injerto de tejido conectivo. Este es el tipo de injerto más común, y suele hacerse para múltiples zonas con retracción. El tratamiento consiste en tomar tejido conectivo subyacente de un colgajo hecho en el paladar para suturarlo sobre las raíces expuestas.
- Injerto gingival libre. Supongamos que usted tiene un tejido gingival débil que necesita ser reforzado. Si este es el caso, su dentista podría tomar una pequeña pieza de tejido de su paladar y adherirlo al tejido gingival ya existente en torno al diente. Para evitar que usted tenga dos sitios quirúrgicos o si hace falta una mayor cantidad de tejido, su dentista también podría usar tejido humano congelado-secado.
- Injerto pediculado. Este procedimiento se realiza usando el tejido gingival que se encuentra al lado de las raíces expuestas. Por eso, únicamente es posible si el tejido está sano y grueso. Durante la intervención, su dentista cortará un pequeño colgajo de tejido saludable, lo girará y a continuación lo suturará sobre la raíz afectada.
Según el caso, puede que usted requiera de una alternativa al injerto gingival o de un tipo de injerto adicional. Otras opciones son la regeneración, el raspado y alisado radicular, así como la gingivectomía.
Manejo del dolor durante un procedimiento de injerto gingival
Independientemente de si usted necesita un injerto para un solo diente o para varios, su dentista le evitará el dolor durante el proceso de colocación adormeciendo los sitios quirúrgicos con anestesia local. Una vez concluida la cirugía, colocará un vendaje sobre el lugar del injerto para protegerlo durante el periodo de cicatrización. Sin embargo, una vez en casa, cuando la anestesia deje de surtir efecto, sentirá algunas molestias y tendrá inflamación durante algunos días. Sin embargo, no tiene por qué preocuparse: su dentista le recetará medicamentos contra el dolor y posiblemente también un antibiótico para evitar infecciones.
Manejo del dolor después del procedimiento de injerto gingival
Para reducir el dolor de la cirugía de colgajo gingival al mínimo y evitar complicaciones innecesarias, le recomendamos seguir las siguientes instrucciones posquirúrgicas.
- En caso de sangrado, coloque una gasa de cada lado del lugar de la cirugía, pero no encima.
- Evite realizar actividades físicas durante las primeras 24 horas después de la operación.
- No se jale los labios para ver la herida. Mantenga su lengua alejada de la zona y no quite el vendaje.
- Evite las bebidas y los alimentos calientes durante algunos días y consuma solo alimentos blandos y líquidos durante la primera semana. A medida que usted vuelva a su alimentación habitual, tenga cuidado al masticar cerca de la zona.
- No se cepille ni se enjuague la boca el día de la cirugía.
- Pasadas las primeras 24 horas después de la cirugía, use un enjuague bucal para eliminar las bacterias.
- Cuando vuelva a cepillarse los dientes, no se cepille los que se encuentran cerca del lugar del injerto durante un mes. Después de este tiempo, use un cepillo de cerdas muy suaves y haga movimientos muy cuidadosos.
Recuperación y cicatrización del injerto gingival
Otro dato que le dará calma es que el proceso de recuperación después de un injerto gingival suele ser corto. Lo normal es sentir molestias en el sitio quirúrgico durante aproximadamente un día. Lo más probable es que se sienta lo suficientemente bien como para regresar a sus actividades normales algunos días después de la cirugía. De todas formas, tendrá que poner mucha atención a lo que come. Lo mejor es que consuma alimentos blandos, como las verduras en puré y los flanes. Para evitar irritar o causar inflamación en la zona en proceso de cicatrización y al mismo tiempo mantener limpia su boca, su dentista o periodoncista le podría recomendar un enjuague bucal especial. Este ayudará a eliminar las bacterias mientras espera a poder volver a cepillarse los dientes y usar hilo dental (limpieza interdental) como siempre.
Lo más probable es que la primera persona en notar que sus encías presentan retracción en algún lugar sea su profesional de la salud dental durante un examen de rutina. Esta es una razón más para ser constante con sus evaluaciones periódicas y sus citas para limpiezas profundas. Si usted rechina los dientes en la noche, pídale un protector bucal a su dentista para ayudar a dejar el hábito y hable acerca de sus opciones para enderezar sus dientes si los tiene mal alienados. Al final, mantenerse alerta a los primeros síntomas de la enfermedad de las encías le ayudará a detener la infección antes de que requiera de atención profesional. Estos síntomas incluyen encías inflamadas que sangran con facilidad y mal aliento constante.
Evitar la retracción de las encías es mucho más fácil y barato que tratar el problema. Así que: si su rutina de cuidados en casa está incompleta o si se saltó su última consulta dental, ¡es hora de ponerse al corriente! Además, no olvide llamar a su dentista en cuanto observe alguna señal de problemas periodontales. Si le diagnostican encías retraídas y tiene miedo al dolor por el injerto gingival, no se preocupe. Hable con su dentista sobre cómo reducirá el dolor durante y después de la cirugía. ¡Tener un plan y saber lo bonita y saludable que lucirá su sonrisa después de la cirugía ayudará a que el proceso sea más fácil!
La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud Calificado y Dile siempre cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.