¿Qué Son Las Caries?

Si te da un dolor de dientes cuando no puedes ver a tu dentista —como en plena madrugada—, lo más posible es que te desesperes un poco buscando alivio. Para aliviarte temporalmente, prueba uno de estos remedios caseros para el dolor de diente.

 

1. Compresas frías

Si tu dolor de dientes se manifiesta junto con inflamación, sostén una compresa fría sobre la mejilla (póntela durante 20 minutos y luego deja descansar otros 20). Esto podría darte cierto alivio. El frío ayuda a desensibilizar la zona afectada, aliviando el dolor de dientes; pero también reduce la hinchazón y la inflamación, según explica Johns Hopkins Medicine.

 

Las compresas frías alivian de forma pasajera y te ayudan a volver a quedarte dormido, pero no atacan la raíz del dolor de dientes. Si tienes una caries u otro problema dental, no se solucionará hasta que puedas ver a tu dentista.

 

2. Aceite de clavo

El aceite de clavo puede usarse temporalmente para disminuir el dolor y la inflamación que se producen junto con un dolor de dientes. Para aplicar este remedio casero para el dolor de diente, moja una bolita de algodón en aceite de clavo y deja que absorba unas cuantas gotas. Luego, frota suavemente la bolita de algodón sobre la zona adolorida de tus dientes o encías.

 

El aceite de clavo contiene eugenol, un anestésico natural, que hace que este remedio funcione. Sin embargo, el aceite de clavo solo ayuda a aminorar el dolor de dientes; pero no cura el problema subyacente. El aceite de clavo no tiene un buen sabor, por lo que debes saber que este remedio puede ser un tanto desagradable de probar.

 

3. Enjuagues con agua salina

Si te duele el diente y las encías están inflamadas, enjuagarte la boca con agua tibia salada puede aliviar un poco. Agrega un par de cucharaditas de sal en una taza de agua tibia. Haz buches con la solución en tu boca y luego escúpela.

Tanto el agua fría como el agua caliente pueden causar incomodidad cuando se tiene dolor de dientes, pero el agua tibia es calmante. El agua tibia ayuda a aliviar el dolor, y la sal ayuda a disminuir la inflamación en el tejido gingival. De nuevo, estos efectos son solo temporales.

 

4. Medicamentos para el dolor de dientes

Para tolerar un dolor de dientes, puedes tomar analgésicos de acuerdo con las indicaciones del paquete. Es importante que no coloques el medicamento sobre el diente adolorido ya que podría quemar el tejido gingival circundante y causar aún más incomodidad.

Los analgésicos pueden ayudarte a tolerar el dolor mientras esperas la cita con tu dentista, pero como cualquier otro remedio casero, no son una solución a largo plazo. Si te medicas para el dolor y no buscas tratamiento, el diente podría empeorar.

 

Cuándo consultar a un dentista

La Asociación Dental Americana (ADA) recomienda que un dentista valore el dolor de dientes de inmediato; así que te recomendamos que hagas una cita lo antes posible. Los dentistas suelen dejar espacios disponibles para los pacientes con emergencias, por lo que probablemente consigas una cita el mismo día. Si tienes cualquier síntoma de un absceso dental —como fiebre, inflamación del rostro o un dolor incesante en el diente— y tu dentista no puede atenderte, acude a emergencias para que te traten.

 

Prevención del dolor de dientes

Aunque son diversos los trastornos dentales que pueden causar dolor de dientes, las caries suelen ser la causa más probable. Afortunadamente, hay muchas cosas que puedes hacer en casa para proteger tus dientes de las caries. Cepíllate los dientes dos veces al día y no olvides usar el hilo dental. También es importante que visites a tu dentista regularmente para chequeos rutinarios. Si desarrollas alguna caries, esta podrá detectarse y tratarse antes de que te dé un fuerte dolor de dientes.

 

Los remedios caseros para el dolor de diente te ayudan a tolerar la incomodidad en lo que esperas la cita con tu dentista, pero no eliminan la raíz del problema.

 

 

La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud calificado y consúltales cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.