Según el estado de la boca en ese momento, el odontólogo lleva a cabo uno u otro tipo de procedimientos. Aunque las limpiezas dentales, los empastes y las adhesiones son parte de las sesiones rutinarias, actualmente incluso los procedimientos más sofisticados ya son tan frecuentes como sencillos de realizar. Además de las endodoncias y las extracciones de muelas del juicio, también suele ser necesaria la implantación de coronas dentales. Antes de entrar a distinguir los diversos tipos de coronas dentales, analicemos sus funciones.
Coronas dentales
Una corona dental (también denominada funda dental) es un objeto protésico fijo que se cementa sobre una pieza dental. Una vez colocada, únicamente un odontólogo puede extraerla. El objetivo principal de una corona es cubrir un diente dañado, pero también lo refuerza, lo que redunda en una mejora de la apariencia general y la alineación dental.
Las coronas se hacen tomando una impresión de las piezas dentarias (pueden ser una o varias) que van a cubrir. Antes de crear esta impresión, el odontólogo primero debe reducir el tamaño del diente para que la corona se ajuste correctamente. También puede colocar una corona temporal mientras se hace la permanente.
Tipos de coronas dentales
Hay cuatro tipos de coronas dentales.
- Cerámica: Sirven para restaurar los dientes frontales, y su uso es frecuente en esta zona por su capacidad de fusión con la coloración de la dentadura natural. La corona está hecha de un material a base de porcelana.
- Porcelana fusionada con metal: Esta corona ofrece una mayor adhesión que la porcelana normal porque está ligada a una estructura de metal. También posee una gran durabilidad.
- Aleaciones de oro: Esta corona es una mezcla de oro, cobre y otros metales. Además de proporcionar una fuerte adhesión al diente, no se fractura ni desgasta el diente en sí.
- Aleaciones de metales base: Esta corona está compuesta por metales no nobles que son altamente resistentes a la corrosión, por lo que se trata de una corona muy fuerte. Asimismo, su ajuste exige extraer la mínima cantidad de diente sano.
Diferencias entre los distintos tipos de corona
La corona únicamente de porcelana ofrecen menores garantías frente a los otros tres tipos de coronas, que proporcionan una mayor eficacia de sellado contra las fugas y resistencia a la mordida y el degaste, según el Portal de Salud de Argentina.
La durabilidad de las coronas de aleaciones de oro y metal es mayor, mientras que la corona totalmente de porcelana tiende a ser menos resistente y más susceptible si se la somete a una presión suficiente (el rechinar de dientes por la noche puede ser un problema). Por el contrario, la corona de porcelana fusionada con metal proporciona una mayor durabilidad. Ambas coronas de porcelana son muy resistentes al desgaste, pero pueden irritar rápidamente los dientes opuestos ante una superficie adyacente rugosa. En cambio, las aleaciones de oro y metal son resistentes al desgaste y suaves con los dientes opuestos al mismo tiempo.
Aunque a veces se aflojan o se caen, las coronas pueden durar toda la vida con el mantenimiento adecuado. La mejor forma de conseguirlo es mediante una buena salud bucal. Cepillarse los dientes y usar hilo dental dos veces al día son los métodos idóneos para mantener tus dientes sanos al levantarte y al acostarte. Usá un cepillo de dientes como Colgate Slim Soft | Colgate® para conservar unos dientes impecables, especialmente los molares posteriores. Ante todo, las rutinas odontológicas periódicas son determinantes para mantener una buena higiene bucal si querés evitar tener que elegir entre estos distintos tipos de coronas dentales.